Pensando en Liza
Poema del diario de Stefan. Escrito el 15 de abril de 1898, en Nauheim mientras espera con anhelo el regreso de Liza.
“Yo no deseo la luna,
no anhelo oro y riquezas.
No me deslumbra la seda;
tampoco las cosas nuevas.
Y las galas y oropeles no modifican mis metas.
Y tengo humildes deseos,
por su sencillez, ascetas.
Por su inmensidad, gigantes,
y honrados en su pureza.
Se sientan junto a mi lado,
compañeros de horas quietas,
Y me ayudan a esperarte
sin desmayar en mi pena.
Y a esta hora de la tarde,
cuando sueñan los poetas,
Y el sol esconde los ojos y sonríen las estrellas,
Yo espero ver a lo lejos cómo se asoma una vela.
Y no deseo la luna
ni anhelo oro y riquezas
Ni oropel ni galas quiero.
Me basta con tu presencia.”
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