dondelaspalabrasmueren

... comienza la música. Después de todo poesía es música dicha con palabras.

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Nombre: E de K
Ubicación: ciudad de Buenos Aires, Argentina

viernes, febrero 04, 2011

Algunas Opiniones de lectores


Quiero compartir algunas opiniones de los primeros lectores:

Estela

Hoy he terminado de leer UN POEMA POR STEFAN..... Qué puedo decirte? Me encantó!

Para mí, que hacía más de diez años que no leía un libro fue una hermosa experiencia que me ha reconciliado con mi yo lector... Creo que después de Un Poema por Stefan seguiré leyendo... Con esto creo que está todo dicho. Estoy segura que a vos te gustaría conocer más sobre lo que me pasó cuando leí el libro: Mientras hacía otras cosas los personajes seguían dando vueltas por mi cabeza; el amor entre Stefan y Liza, la descripción de un amor tan profundo te hace meditar en el amor que vivimos. Me encantaron los poemas especialmente el de la pág 690 antes de llegar a Trelleborg: Sublime.

La idea de poner versos de canciones, libros o poemas me resultó por demás sorprendente y enriquecedora.

Estela te felicito por tu obra y te deseo éxito.

Querida Estela:

Mi deseo de dejar el libro para las vacaciones fue truncado por los comentarios que hicieron en nuestra última reunión las que ya habían comenzado a leerlo. Despertaron mi ansiedad y no soporté esperar.

Antes que nada quiero felicitarte y decirte que me siento orgullosa por formar parte de este grupo en el que una escritora produjo algo tan bello. Pasas de la poesía a la prosa, una prosa casi poética, y de ella a la música con tanta soltura que es admirable.

Nuevamente Estela te felicito y espero por el siguiente.

PD.: pensaba escribirte a vos sola, pero sé que algunas aún no han comenzado a leerlo, , pero quiero darles un empujón: no esperen chicas se lo pierden.

Buen comienzo para todas!!!

A todo el grupo

… Con el corazón pendiente, seguí la historia de Stefan y Liza, sintiendo que mucho del sentir y proceder de 'el estaban en mi: Me alegre con sus logros, sufrí con sus derrotas y me enamore perdidamente de su vida en el Reino de Keningrad, de sus paisajes y sus ríos.
Hoy termino de leerlo. La emoción es enorme, el regreso a Kaliningrado de los protagonistas después de tanto tiempo, colmaron mis mejores expectativas.
No tengo mas palabras. Solo decirle a Estela que creo que pocas personas se sentirán tan tocadas por este libro como yo. Gracias por escribirlo y por haberla reencontrado en la vida.
A todas les recomiendo especialmente la lectura. No solo la prosa es llevadera y muy clara, sino que la poesía tiene un vuelo que el alma agradece
.

Estimada Estela,

Antes que nada, quisiera decirle que he disfrutado sobremanera su libro. Es, verdaderamente, una historia fascinante, bien contada y de ágil lectura. Las escenas en que Liza y Stefan se conocen, son divertidas y carecen de la sensiblería un tanto absurda que leemos a veces en novelas románticas; lo que produce aquí la sensación de que los personajes son reales, que sus conversaciones existieron y que los sentimientos que poco a poco afloran son tan intensos como los que podemos sentir cada uno de los lectores. El perfil de los personajes, tan difícil de crearlo sin acartonamiento en el oficio de la escritura, es en su libro claro y produce la necesaria identificación como para seguir adelante en las páginas, con ansiedad y regocijo. La recreación de la época es impecable (una de mis escenas favoritas es el encuentro entre Liza y la reina Victoria) e incluso cuando comienzan las intrigas y, finalmente, la guerra, pareciera ser una pluma masculina la que traza la trama de los acontecimientos bélicos y las decisiones tácticas para salvar a Stefan; lo que la convierte a usted en una escritora con una honestidad que va más allá de los sexos y de las épocas.

En mi adolescencia leí muchos libros pertenecientes a la biblioteca de mis abuelos, historias llenas de aventuras, príncipes, princesas y finales que acompañaban un suspiro al leer la última página; y su novela me ha devuelto a aquel sillón de cuero raído, donde pasé tardes enteras con el rostro enterrado entre páginas amarillentas. Quisiera darle las gracias por eso.